Existe una amplia variedad de símbolos alquímicos debido a las distintas tradiciones de la alquimia en los distintos continentes y también a la falta de uniformidad entre distintos alquimistas. Hay que tener en cuenta que los alquimistas trabajaban siempre rodeados de un gran secretismo y escribían sus manuscritos con simbología críptica para evitar que otras personas los pudieran descifrar.
Es habitual que exista más de un símbolo alquímico para designar el mismo elemento o proceso. Aún así, existen algunos símbolos que fueron utilizados por gran parte de los alquimistas durante un largo espacio de tiempo.
El campo de aplicación de la alquimia fue siempre muy amplio, abarcando desde cuestiones filosóficas y espirituales hasta aspectos más prácticos como la transformación de la materia. A lo largo de los siglos, los objetivos principales de la alquimia fueron:
- Llevar a cabo el proceso conocido como Crisopea (Chrysopoeia). Este proceso consistía en transformar metales ordinarios como el plomo en metales nobles, especialmente en oro.
- Descubrir el elixir de la inmortalidad.
- Desarrollar panaceas capaces de curar cualquier tipo de enfermedad.
- Elaborar un disolvente universal, conocido como Alkahest. Se creía que esta sustancia permitiría disolver cualquier material, especialmente metales, para obtener materias elementales.
- Creación de la piedra filosofal, en muchos casos como solución a los cuatro objetivos anteriores.
Símbolos de los elementos clásicos
Los símbolos alquímicos se utilizaban para describir los métodos experimentales y técnicas de laboratorio para intentar crear sustancias relacionadas con estos objetivos. Uno de los aspectos comunes entre los distintos alquimistas era la hipótesis de que toda la materia estaba fundamentalmente formada por los cuatro elementos clásicos: agua, tierra, aire y fuego.
A su vez, se consideraba que estos cuatro elementos resultaban de las posibles combinaciones entre calor o frío con sequedad o humedad. Los símbolos para los cuatro elementos son
Se creía que la combinación adecuada de estos cuatro elementos daría como resultado la piedra filosofal, que se representaba con el símbolo alquímico:
Símbolos de la tria prima
En el siglo XVI uno de los alquimistas más conocidos, Paracelsus, desarrolló una teoría de la medicina para explicar la naturaleza de los medicamentos. Según la teoría de Paracelsus, la esencia de cualquier enfermedad estaba contenida en la combinación de tres sustancias básicas: azufre, mercurio y sal.
Estas tres sustancias constituían lo que se conocía como la tria prima. El azufre representaba el elemento combustible, el mercurio era el elemento cambiante mientras que la sal representaba el elemento permanente. La teoría de Paracelsus decía que mediante la identificación de la naturaleza de una enfermedad a partir de estos elementos sería posible desarrollar la cura adecuada. Los símbolos alquímicos para representar estos elementos básicos eran los siguientes:
Símbolos de los metales de la antigüedad
Muchos de los métodos descritos por los alquimistas requerían el uso de metales, especialmente de alguno de los siete metales de la antigüedad. Estos siete metales son el oro, la plata, el cobre, el hierro, el mercurio, el estaño y el plomo.
Muchas teorías alquímicas guardaban cierta relación con la astrología. Debido a ello se utilizaban los símbolos de la luna y de los seis planetas conocidos en la antigüedad para representar estos siete metales. El símbolo alquímico para cada uno de estos metales era el siguiente:
Símbolos alternativos para metales
Existen algunos símbolos alternativos para los metales presentados anteriormente. Algunos de los más comunes son el símbolo del oro, representado también de la siguiente forma
En el caso de la plata, también ha sido representada mediante el siguiente símbolo construido a partir de cuatro círculos.
Símbolos de procesos
Aparte de los símbolos utilizados para representar sustancias, los alquimistas también utilizaban símbolos para describir distintos procesos químicos. Estos símbolos permitían detallar cómo producir sustancias siguiendo un conjunto de reglas químicas.
Algunos de estos procesos son todavía utilizados en la química moderna mientras que otros eran solo de aplicación hipotética en el mundo de la alquimia.
En algunos manuales de alquimia se considera que existen únicamente 12 procesos alquímicos elementales. En este caso, se utilizan los 12 símbolos del zodíaco para representar los distintos procesos. Estos 12 procesos son los siguientes:
Calcinación: La calcinación es la descomposición de una sustancia mediante la aplicación de calor. Este proceso se representaba con el signo de Aries.
Congelación: Este proceso equivale a la cristalización o solidificación de una sustancia a partir de la disminución de su temperatura. Los alquimistas se referían a este proceso mediante el signo de Tauro.
Fijación: La fijación era un proceso alquímico a través del cual se podía teóricamente transformar una sustancia volátil en un estado fijo o sólido resultando inmune al fuego. El símbolo de Géminis está asociado a este proceso.
Disolución: La disolución se produce mezclando una sustancia gaseosa, líquida o sólida en un disolvente dando lugar a una solución. Los alquimistas identificaron distintos disolventes para llevar a cabo este proceso. El símbolo utilizado para representarlo era el signo de Cáncer.
Aparte del signo de Cáncer, también se han utilizado los siguientes símbolos para representar el proceso de disolución:
Digestión: El proceso de digestión consistía en aplicar calor a una sustancia durante un largo periodo de tiempo. Este proceso estaba asociado con el signo de Leo.
Destilación: La destilación es el proceso a través del cual es posible separar los componentes de una mezcla líquida mediante su evaporación y condensación. Los alquimistas representaban este proceso con el signo de Virgo.
Alternativamente la destilación también puede representarse con el siguiente símbolo
Sublimación: La sublimación es un cambio de fase de las sustancias entre su estado sólido y su estado gaseoso sin pasar por la fase líquida. Este proceso se representaba con el signo de Libra.
Uno de los cambios de fase en sentido inverso, la precipitación, se representa con el siguiente símbolo:
Separación: La separación incluía los distintos procesos para separar los componentes de una sustancia, ya sea esta en estado sólido o líquido. Este proceso se representaba con el signo de Escorpio.
Ceración: El proceso de ceración permitía a los alquimistas ablandar las sustancias y darles una consistencia similar a la cera. Una técnica para llevar a cabo este proceso consistía en inyectar líquido y calentar la sustancia. Los alquimistas representaban esta técnica con el signo de Sagitario.
Putrefacción: Este proceso estaba relacionado con la descomposición y degradación de una sustancia orgánica. Se representaba con el signo de Capricornio.
También existen manuscritos alquímicos donde el proceso de putrefacción se representa con el siguiente símbolo:
Multiplicación: La multiplicación era un proceso alquímico que teóricamente permitía aumentar la potencia de la piedra filosofal. Este proceso se indicaba en los manuscritos alquímicos mediante el signo de Acuario.
Proyección: La proyección es el proceso mediante el cual un alquimista podía llegar a transmutar un metal corriente en oro. Este proceso involucraba de algún modo la piedra filosofal. Los alquimistas representaban la proyección mediante el signo de Piscis.
Símbolos alquímicos de unidades de tiempo
Muchas de las recetas alquímicas requerían implementar procesos que debían actuar durante largos periodos de tiempo. Para representar distintas unidades de tiempo los alquimistas desarrollaron un sistema de símbolos adecuado a sus necesidades.
Los cuatro símbolos de tiempo utilizados para un gran número de alquimistas son los siguientes:
Símbolos de utensilios y aparatos
Los alquimistas también disponían de símbolos para representar los distintos utensilios y aparatos que utilizaban en sus procedimientos. Uno de los objetos muy utilizado por los alquimistas era el recipiente conocido como crisol. Este recipiente era capaz de resistir altas temperaturas y era utilizado para contener, entre otras sustancias, metales fundidos.
Dado que este tipo de recipiente fue utilizado por muchos alquimistas de distintas regiones existe una amplia variedad de símbolos para representarlo. Los símbolos utilizados más frecuentemente para representar un crisol son los siguientes:
Un aparato que era imprescindible para cualquier alquimista era el alambique. Este aparato permitía aplicar la destilación a una sustancia líquida para separar sus componentes elementales. Esta separación era posible mediante la evaporación y condensación selectiva de la solución. El símbolo para representar el alambique era el siguiente:
De una forma similar al alambique, los alquimistas también utilizaban un recipiente conocido como retorta para evaporar selectivamente los componentes de un líquido. Este recipiente se representaba con el siguiente símbolo:
Símbolos de los principales disolventes
Muchas de las recetas alquímicas incluían algún paso en el que se requería la acción de un agente disolvente. Los alquimistas utilizaban básicamente cuatro disolventes distintos.
Uno de los disolventes más utilizado entre los alquimistas era el aqua regia. Este disolvente está formado por ácido nítrico y ácido clorhídrico y tiene un gran poder corrosivo. Los dos símbolos utilizados más frecuentemente para indicar el uso de este disolvente eran:
Otro disolvente muy utilizado y relacionado con el anterior es simplemente el ácido nítrico, conocido como aqua fortis y representado por el siguiente símbolo:
Los alquimistas también utilizaban un disolvente conocido como “Espíritu del Vino” y que consistía básicamente en etanol. Este disolvente se conocía entre los alquimistas como aqua vitae y se representaba con los siguientes símbolos:
Por último, el cuarto disolvente más frecuentemente utilizado entre los alquimistas era el vinagre. Debido a su uso ampliamente extendido existen distintos símbolos para representarlo:
Símbolos de masa
Para indicar la cantidad de una sustancia que era necesaria para llevar a cabo un proceso alquímico se utilizaban como unidades los dracmas y las onzas.
El símbolo de dracma era el siguiente
También era posible indicar la cantidad de medio dracma mediante el siguiente símbolo
De forma similar, era posible indicar con los siguientes símbolos la cantidad de una onza o media onza.
Otras unidades de masa habituales entre los alquimistas eran el escrúpulo y la libra.
Símbolos de otros elementos químicos
Los alquimistas desarrollaron símbolos para indicar todo tipo de sustancias así como sus variaciones obtenidas a partir de procesos químicos.
Una de las sustancias que aparece a menudo en los tratados alquímicos es el azufre. Este elemento químico era la base para producir el azufre de los filósofos y el azufre negro, conocido también como sulfur nigra. Estas sustancias se representaban con los siguientes símbolos.
También el antimonio y sus derivados eran utilizados en todo tipo de recetas alquímicas. Los derivados más utilizados eran el sublimado de antimonio y la sal de antimonio. Se puede ver en los siguientes símbolos que la sal de antimonio es representada combinando el símbolo de antimonio con el símbolo de sal.
Otros dos elementos de gran importancia en la alquimia eran el arsénico y el bismut. Los símbolos para representarlos son los siguientes
El platino se representaba mediante la combinación del símbolo de la plata y el símbolo del oro. Esto era debido a que antiguamente se creía que el platino se formaba a partir de estos dos metales.
Algunos símbolos de otras sustancias que aparecen a menudo en los tratados alquímicos son los siguientes:
Piedra
Abreviaciones alquímicas
En algunos casos los símbolos alquímicos se formaban a partir de abreviaciones de expresiones latinas. Este es el caso de algunos procesos como por ejemplo el baño maría o el baño de vapores. En latín estos dos procesos se conocen como balneum mariae y balneum vapores. Estos se podían abreviar por MB y VB, respectivamente, resultando en los siguientes símbolos:
También era común utilizar un símbolo como abreviatura de receta para indicar que un conjunto de símbolos representaban una receta alquímica. El símbolo utilizado con esta finalidad era el siguiente: